11 de Diciembre, 2011
Los divorcios, las separaciones, enemistarse con la familia, no conceder unos minutos a tus amigos, todas estas circunstancias están a la orden del día, bien se podrían llamar una pérdida de ciertos valores o vivir en un universo llamado desangelado, con una gran luna llamada soledad.
Estamos rodeados de soledad en cada esquina, en las calles, en el metro, autobuses, en el teatro y en los cines se ven rostros de personas llenas de esa gran soledad, se puede palpar, sentir la indiferencia de las personas que ya no sienten, no transpiran sosiego, paz, y si más bien una cierta angustia e insatisfacción.
Primero se rompe con uno mismo, con las propias convicciones, se traiciona las ideas aprendidas de sus propias vivencias y como tal, se da la espalda a la experiencia adquirida, de este modo se empiezan a perder la ilusión por las creencias hasta entonces adquiridas por la vida de uno mismo.
Estas personas en ese momento ya no saben dónde están, en qué lugar se encuentran, hacia donde dirigían su objetivo en la vida, si alguna vez tuvieron alguna meta, esta no significa nada, y es entonces cuando se pierden entre las tinieblas, y comienzan una fase de destrucción absurda, como intentar parecerse a la persona del póster de la carretera hacia ninguna parte, desean querer ser todo aquello que no son, y que nunca serán, parecerse a cualquiera que no sean ellas mismas, es un camino hacia la no aceptación de su propio ser íntegramente.
La siguiente fase es romper con gente de su entorno de más confianza, para abrazarse a una vida ruin y a un mundo lleno de frivolidades llenas de continuos absurdos y cúmulos de despropósitos, además se pierden amistades y consejos familiares porque no les dan la razón y esas personas creen que no les entienden y por supuesto todos queremos ser comprendidos…pero a veces es ardua tarea, más que nada porque el que quiere ser comprendido no se comprende a sí mismo, tiene difícil ese pleito contra la propia naturaleza de tus propias experiencias, vivencias, y sobre todo de lo que has sembrado, para años más tarde tirarlo todo por la borda y salir del camarote sin más, y arrojarse al mar sin salvavidas, y querer encontrar esa tierra, en medio de la nada.
Si llega a esa tierra imaginaria, se encontrará con otras personas que están separadas de su realidad y que la separación…les ha trasformado en algo extraño comparado con sus vidas auténticas, ríen cuando no lo sienten y lloran cuando no lo quieren.
Esa tierra en la que habitan muchas almas perdidas, y que no supieron valorar todo aquello que tenían y lo que no tenían, son una tierra fértil para la más absoluta soledad, y el cultivo de la tristeza inmensa, lágrimas y la frustración, y entonces se preguntará, ¿Qué debo hacer para arreglar todo este entuerto? Con lo feliz que era con una mujer o ese hombre, mis hijos, los problemas cotidianos, beber agua en verano, colocarme la bufanda en invierno, ver brotar las flores en la primavera, y el caer de las hojas en otoño con los parques tan bonitos y románticos. ¿Por qué tuve que experimentar situaciones que en lo más profundo de mi ser no deseaba? Solo quería ser como aquellos que decían ser felices, pero que estaban en medio del fango y sus gritos me hicieron caer junto a ellos, teniendo todo lo que necesita una persona, alguien que te quiera, tu pareja, tu familia, tus amigos, con ellos rompiste, y quizás ya no tengas otra oportunidad, ya no hay marcha atrás, tus errores son imperdonables, el jarrón se ha roto, tu vida se ha roto, te susurran los fantasmas por las noches…te has ido con el derrotismo y te has destrozado tú mismo, has caído en la trampa de una sociedad egoísta, con una pérdida de valores inmensa, te dejaste llevar por alguna voz idiota de un gran idiota.
El optimismo por otro lado es la fuente de donde sacar fuerzas para lograr lo que deseas, o al menos para intentarlo, lo abandonaste ¿dónde se encuentra? En la familia, en tu pareja si es que os respetáis o todavía existen unas brasas de amor llamadas hijos o hijas.
Podemos tener poco en la vida y que todo sea nuestro, y podemos tenerlo todo en la vida sin que nada sea nuestro de verdad, ¿por qué tomamos las decisiones equivocadas? Porque no escuchamos lo necesario, pero esto no solo se basa en lo que necesitamos sino también en lo que podemos aportar, tenemos que aprender a diferenciar entre lo que son impulsos solamente y lo que es una reflexión apropiada, sino la consecuencia, será que la persona se encuentre perdida y no pueda hallarse a sí misma, esto le proporciona una gran dosis de pérdida de confianza, y aumenta su desconfianza, su estima se arrastra por los suelos, su propósito de vida ya no existe, ya no se divisa, no se sueña…si ya no hacemos lo que somos, y realizamos lo que otros hacen y hacen mal, nos perdemos cada vez más y más, y cuando nos percatamos nos descubrimos en una realidad que no es nuestra y entonces aparece la desolación y el abandono.
Esto nos lleva a que vivamos a la ligera y de forma superflua e irreal, puesto que ya no sabemos a quién servimos, pero es seguro que a nosotros mismos no, ya no nos conocemos, ya nadie nos conoce.
Habiendo tenido una vida real, con problemas jodidos, pero real, alguien o algo nos empuja hacia visitar otros hogares a los cuales no fuimos invitados, a conocer a otras personas que nada nos aportaban, no nos conformamos con querer y respetar a nuestras parejas, a nuestros amigos a nuestra propia familia, fuente de seguridad y salud emocional, lo cambiamos todo por el egoísmo, puro egoísmo, queriendo viajar a gran velocidad, sin un criterio, sin ninguna responsabilidad, primero hemos actuado y luego hemos reflexionado, para más tarde escuchar a nuestra alma, a nuestro espíritu, cuando debía de haber sido al revés, porque ya lo ves, te has caído.
Yo no vivo como esas personas que están enfrente de ti, que lo tienen todo, y no te das cuenta, yo no podría vivir como tú, pero tú no desperdicies la vida viviendo como yo, a la ligera, dentro de un mundo extraño, sin responsabilizarme, eso sí primero me escuche, luego reflexione y más tarde actué, por lo tanto si soy culpable de mis actos, lo soy porque yo lo deseo así, pero tú no intentes imitarme, saldrás perdiendo.
LOS PLACERES SENCILLOS, SON EL ULTIMO REFUGIO DE LOS HOMBRES COMPLICADOS. (Oscar Wilde)
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