28 de julio, 2010

Cassano un jugador de fútbol italiano, del sur, concretamente de la ciudad de Bari. Permite que te llame amigo y que escriba que pocas personas puedan sentir lo que tú sientes como yo. Te criaste en un barrio donde todo era un mundo oscuro, lleno de dificultades y de gente peligrosa y tú supiste sobrevivir en esas situaciones de una forma u otra, pero sobre todo mediante el fútbol y no por los libros, ni nunca por universidades, sino por la escuela de la vida y un balón en los pies.

Muchas personas critican tu carácter, personalidad, hechos, y no digamos tus comentarios, pero lo que ignoran es lo que existe dentro de ese alma y espíritu de luchador, que por circunstancias diversas u otras llevas dentro buenas o malas intenciones según quien lo sepa interpretar, pero que al fin y al cabo te hace ser diferente, puro, limpio de corazón, porque es mejor el hombre que confiesa su ignorancia, que quien finge con hipocresía o mentiras.

Querido Antonio, tus decisiones las tomas con coraje, desprendimiento y sin duda con grandes dosis de locura, a veces hay que llegar al fondo de la propia destrucción, para ver todo con la mayor clarividencia, y que ahora vives con pasión las cosas buenas de la vida que te fueron arrebatadas en la niñez, sabes alegrar a las personas que desean compartir esos buenos momentos de vivir en cualquier lugar o con quien sea.

Sabes y conoces que las batallas libradas del pasado siempre terminaron por enseñarte, aunque algunas de ellas te hicieron sufrir más de lo necesario. Perdiste tiempo con las mentiras y la hipocresía de las personas, que seguro que buscaban alguna cosa de ti, cuando eras considerado una figura del fútbol mundial, porque conocían y sabían que eras un tipo original, único, pero se equivocaban cuando pensaban que vas a dejar de luchar y que eras capaz de saber y entender el momento de parar y de cómo conseguir tu objetivo final.

Comenzaste sin zapatillas y sin nada que llevar para el largo viaje en el cual te embargaste, solo con tu convicción. No todos actúan de la misma manera, ni tampoco son cobardes, eso nada importa, la cobardía es valiente, solo la acción y el convencimiento en un camino, es el conseguir el objetivo final. Otros con características de personalidad semejante sufrimos por cosas inútiles y también tenemos actitudes mezquinas y nos creemos poco dignos de cualquier bendición o milagro, ni tampoco tenemos la certeza de qué hacemos en este mundo.

Pasando noches sin pegar ojo, pensando que nunca crecemos, que la vida no tiene sentido, al menos el sentido que nos quieren mostrar quienes sean, que sin duda se equivocan, porque al hacernos preguntas, encontramos nuestras respuestas y terminamos encontrando una razón para continuar más fuertes en nuestras ideas y objetivos. Cassano, muchas personas se interponen en tu camino, para mostrarte que son superiores a ti, ya sea en el fútbol o en la vida, pero tú sabes en realidad cuales son tus virtudes y tus defectos, no saben que nuestro camino es individual y que no existe el mejor o el peor, nos da igual ¿para qué escuchar ciertas ofensas, si nos van a distraer en nuestros caminos? No saben que son ellos los que se alejan de sus vidas al mostrar su ficticio poderío en nuestra propia cara, se cansaran en vano y no conseguirán sus oscuros propósitos.

Antonio, sabes que existen maneras y formas para superar los obstáculos y cuando escribes en uno de tus libros que solo hay que pensar hasta el uno, en el fondo equivocas a los que desean ser, la agudeza callejera y la vida te han enseñado a saber que es lo perdurable de lo transitorio y en consecuencia actúas. Algunas veces empuñando tu espada y llenando tu corazón de valor y otras con humildad y caridad hacia los más necesitados, porque tu fuiste uno de ellos y nunca lo puedes borrar de tu mente, ese corazón tan grande que tienes y el que no te deja ser el niño que quiso tener una infancia feliz y con cariño, y por más que enseñas las armas al supuesto enemigo, siempre acabaran riendo algún día junto a ti, esperando que des un paso más en esa fresca locura para compartirla contigo.

Algunas veces perdemos la fe en ciertas cosas de la vida, momentos en que no se pueden creer en nada que los ojos vean, entonces es el corazón el que nos habla y nos dirige, él nunca se equivoca, en nuestra soledad es cuando mejor nos encontramos, es cuando de verdad sacamos nuestras verdaderas, ideas sobre todo aquello que dudamos, y si el corazón se calla, tú Cassano decides por ti mismo y recordaremos a otras personas que pasaron por esta vida por cosas más duras y que perdieron la fe tomando un camino equivocado, y es entonces cuando nuestra fe, tu fe, vuelve para que sigas siendo esa persona con un gran corazón Amigo Antonio Cassano, yo te quiero.

SI NO ERES POETA, SE POEMA.

NO SE PUEDE CALLAR, CUANDO EL CORAZON SIENTE Y TE DA GRITOS.