16 de junio, 2007

Si se dan las circunstancias en el título mencionado y, dependiendo de otras en tu adolescencia o juventud, puede que des con LA COSA NOSTRA:

Era un chico envuelto en peleas de barrio, de sobra es conocido que el vencedor se coloca en una posición jerárquica de respeto, todo ello, por unos simples cigarros y alguna chica a la cual se desea conquistar y se produce alguna pelea.

Todo esto en principio no es de gran importancia, pero si se tiene un cromosoma de los que hablan los científicos, propenso a ser impulsivo, agresivo o a tener actuaciones temerarias, al final, en un momento de tu vida, aunque permanezca escondido por algo que te llena, un amor sentimental placentero, un trabajo digno, una familia, que todo vaya bien, si falla una de esas bases, salta la alarma.

Al principio caes bien, y alguien te propone un trabajo, un trabajo relacionado con el dinero, en salas de juego, ruleta rusa, cartas, máquinas tragaperras, y lo aceptas sin reparo.

Todo parece controlado, cobras mucho dinero y además grandes propinas, conoces a gente que te propone el intercambio de cosas, y crees que manejas toda tu sección y sector por tener unas grandes relaciones públicas, las mujeres van hacia ti, los hombres compra venta de oro te hacen regalos y los propietarios de las tiendas te regalan desde zapatos hasta una camisa último modelo.

No eres consciente de por qué toda esta gente te intenta hacer regalos, piensas que solo buscan una invitación gratis, una buena información de algún juego de azar, algunos te juran que eres un buen chico, las prostitutas intentan quedar contigo para una noche gratis y, lógicamente, crees que eres alguien en este mundo.

Tu superior te repite al día más de mil veces que no aceptes ningún regalo, porque te irías de ese trabajo, te mira con unos ojos que te atraviesan y te dejan sin aliento para contestar, y cuando tienes el miedo metido en el cuerpo, pasa al lado tuyo y te invita a una copa sin alcohol y te dice que desea que seas su mano derecha, y que ahora no entiendes nada, pero que ya lo entenderás.

Tu mayor jefe es un hombre de casi 80 años, al cual le gusta que le prepares un croissant a la plancha, y a su mujer un café con alguna magdalena, y ambos se sientan a tu lado, mientras el señor comienza a contar cosas bonitas de sus perros, chistes de su juventud, la señora le recrimina porque cree que cansa con esas historias, pero él no cede, sigue contando sus batallas.

Cuando eres prudente y serio comienza a contarte alguna cosa de su época y el porqué tiene tanto dinero, lo cuenta de una manera que te produce risa y al señor se le nota feliz, y un buen día te dice que, por favor, leas en voz alta en su despacho unos papeles, porque él no ve por un ojo. Cuando comienzas a leer, ves que es un conflicto con una empresa famosa, contra su nombre y persona, y con total confianza le dices, DON? ¿esto cómo es posible, está usted en un lío? No, contesta, el lío lo tiene el director de esa empresa, que no se ha presentado al juicio y el juez ha dictado orden y captura contra él. Cuenta el suceso, y es para morirse de risa, una empresa de las 3 mejores de España, se equivoca con un hombre de aspecto campesino y éste contrata a unos señores para que tiren las instalaciones eléctricas que habían colocado en el terreno de DON?, mi jefe. Al siguiente día pide que le lea otros papeles, y otras personas de fuerza en la banca española son las víctimas de DON?

Cuando se entera de esto que hago con DON? la persona que está unos rangos por debajo, pero más en contacto conmigo y mi labor, cuando ve que DON? me pide favores como leer y me cuenta historias, además dice que soy buen chico, este compañero mayor de 58 años me dice ¿Usted sabe quien es DON?? Yo contesto que no se nada, pues era verdad, solo que me cuenta historias de perros y de su juventud en los bailes, y que me hace leer sus papeles de juicios porque no ve y además se aburre. Cuando dije que se aburre y que estoy leyendo los papeles en un sillón de un despacho con una copa, este otro señor hace una descarga emocional desproporcionada y bestial y me pregunta, ¿usted cobra todos los meses? Sí, pero señor no trabajo mucho, estoy casi todo el día escuchando historias y cada vez los clientes, al rechazar sus regalos, creen que no les tengo consideración. El señor contesta, eso es todo, si cobra y no hace nada, ya tendrá algo que hacer, de momento tómese 4 días para pasear con su novia y tome este sobre. Yo contesto, usted me dijo que no aceptara nada, ¿de verdad lo tengo que coger? Estoy confuso y le pido que me ayude. Sí, es un regalo de la casa, y más concretamente de DON? su amigo, contestó con expresión de rabia.

Yo solo sabía que tenía ganas de llorar y el pecho oprimido, me habían dado un sobre con dinero y días libres. Cuando llegaba al trabajo, me tomaba un café a media tarde y cenaba bien en los turnos de noche, por la mañana poco más, solo saludar a comerciantes que se querían arruinar con el juego de azar, les invitaba sin reparo alguno, fuera comer, cenar, beber, y eso me daba un cierto bienestar, no necesitaba nada, me tenían un respeto extraño, y yo con cara de niño y sin aceptar ningún regalo.

Un buen día, apareció un latinoamericano y medio un sobre, dije ¿qué es esto? Algo para el hijo de DON? El hijo de DON? era mi jefe más directo junto a su mujer, vestían muy mal, y hacían una vida austera, pero ambos jamás me dijeron nada malo, yo diría que ni nada bueno, solo nos cruzábamos y ya está, pero él si era mi jefe de verdad, me respetaba increíblemente y su mujer también. Bueno, el caso del sobre que dejaron me picó la curiosidad y miré dentro de él, había mucho dinero. Cuando vino el hijo de DON? le dije también DON?, todos eran DON?, esto es para usted, me lo dejó un chico moreno con acento sudamericano, lo agarró y no dijo nada, solo se rió. Yo, haciéndome el tonto y no sabía donde meterme. No pasó nada, pero esas visitas se hicieron continuas, todos dejaban un sobre, y ya no eran morenos de Latinoamérica, eran personas con traje y corbata, y con cargos que ya se sabían, trabajos de gran responsabilidad y estatales, ellos mismos me lo contaban.

Una noche que salía del establecimiento, trabajando allí, no podía salir de noche, debía de llevar una vida inmaculada y ser honesto con mis principios y fiel, eso me pedían y me aconsejaban, además yo no quería hacer nada que no me estuvieran enseñando, tenía dinero, chicas si quería, no quería, tenía novia, y a veces me ponían a prueba, también con dinero, dejándolo por mesas y por ciertos sitios, lo recogía y se lo devolvía, podían confiar en mi, era el chico al cual se le podía moldear a su manera y a cualquier precio, muy alto el precio por cierto.

Así fue como me llevó el gran DON? a su hogar, cinco chalets juntos con una finca y caballos, y en uno de esos chalets vi personas que estaban con una máquinas de contar dinero, se rieron, estaban sacando billetes de máquinas como churros, ellos pensarían que yo lo sabía.

Una vez en el trabajo, me dijo el señor de 58 años y estudiante con los Jesuitas, ¿ya se ha dado cuenta que está usted trabajando en algo más grande que los sitios de su CV? Le contesté como pícaro, estoy asustado, no es por ustedes, que me tratan de maravilla, pero hay jugadores que salen sin dinero y algunos me miran muy mal. Me salió tan bien (porque era verdad) que éste contestó, si a usted le tocan un solo pelo, esa persona puede contar sus segundos de vida, porque le van a sacar los hígados para que se los coman. A su vez me dijo que DON? manejaba el 90% de la hostelería de la ciudad, el 80% de los pisos que se alquilaban y que todos los compra ventas de oro eran suyos, además de tener más de cuatro calles comerciales en la mejor zona de la capital y un sin fin de clubs de alterne, las mejores discotecas eran suyas y que tenía acciones por todos los bancos del mundo, también poseía la mejor finca de sur de España y caballos de competición, vestía a jefes de estado con los mejores sastres, y que solía comer y cenar con personas muy importantes de España, era un alto cargo de los jefes de comerciantes y tenía salas de juego por toda España.

Nunca en mi vida olvidaré que una noche vino, sobre las 2 de la madrugada, el hijo de DON? y comenzó a hablar seriamente con el señor de 58 años, Jesuita, amargado y maquiavélico a más no poder. Me alejé pero me llamaron, me acerqué y nos dirigimos a un lugar, al cual llamaban la cueva, y al que jamás di importancia durante 3 años. Era una puerta trasera, nos dispusimos a entrar, se bajaba por lo típico que da un poco de miedo por la humedad y yo no sabía a donde iba. Una vez que estuvimos en una zona plana,¡Dios Santo! era un laberinto sin fin, lleno de habitaciones, para asustarse del marco, y por la dimensión, y entonces muy rápido y sin preguntas empezamos a sacar toda clase de cuadros, lámparas y cosas. Cerrado el local, cuando dieron las cuatro de la madrugada llegó un camión y entre varias personas lo llenamos.

Bien, yo no sabía en qué trabajaba, todos me reían las gracias, desde el borracho que perdía dinero, hasta el místico que hacía cosas raras para ganar al Poker, mis dos amigas prostitutas, que jamás olvidaré, las llamaba yo, a una la sándwich y a la otra la conejo, ellas a mi rubio, con la seriedad que se llevaba todo eso, y que no se dejaba pasar a nadie sospechoso, ellas sí lo hacían y con ropas poco adecuadas para su profesión, una de ellas me dijo algo de pasar una noche con ella, pero me negué como siempre.

Al día siguiente, casi en broma, se lo comenté al señor de 58 años, y sus ojos empezaron a lagrimear, yo no entendía nada, estaba en una nube, cada vez que mi novia me iba a buscar la regalaban colonias muy caras, ropas de última moda y se reían con ella, además de tenerla un respeto muy grande y darla buenos consejos. Por lo menos hacia mi todo eran alabanzas y con un coche y todo lo anterior mencionado era el chico 10. El señor de 58 años me dijo, esta noche quiero hablar con usted, cuando el local esté cerrado, así fue, me preguntó ¿qué había visto últimamente? Contesté, lo de los chalets con la finca, los caballos, el dinero que estaban contando los compañeros, la cueva y sus antigüedades, los uniformes para militares en la l planta, que me extrañaba mucho que yo estuviera tan bien con el trato de las personas, lo que me contó él mismo del poder de DON? que me daba la impresión de tener impunidad en ciertas cosas, mucho dinero y caía bien a personas que ni conocía, además me invitaban, sea a una cerveza, como me regalaban unos zapatos, camisas o lo que fuera, oro por supuesto todos los días y que me contaban como lo fundían para hacer más negocio.

Me dijo, vete 7 días libres con tu novia y descansa, déjame a mi que me entere de cosas, ¿que cosas? Si yo no había hecho nada, pues ya tenía cuidado de no mirar donde no debía, de no escuchar, de no tocar, de atender a los caprichos gastronómicos de DON?

Me fui con mi novia al sur de España, a un hotel, yo estaba tranquilo, pero al segundo día me dió una sensación fuerte, y en la habitación con mi novia la dije que estaba muy agotado de pensar, pues trabajar no era muy duro. Comenzó a llorar y me pidió que dejara aquel trabajo, la expliqué fuerte que si no tuviera ese trabajo, no estaríamos en ese hotel con todas las comodidades y fue muy digna, me dijo que la daba igual y que me quería sin lujos, y era verdad, nunca quiso lujos. Comenzó a llorar de un forma que solo conocía yo. La pregunté, porque me vino a la cabeza, sobre un día en cierta zona del casino, recuerdo que la llevó el hijo de DON? a un lugar, tardaron 20 minutos más o menos, y entonces la dije que me contara lo que sucedió, dijo que no. La discusión fue fuerte, de llorar ella y yo de romper un mueble, creía que hizo algo guarro con él y me salió la furia, pensé que lloraba para que la perdonara, pero no era eso, la propuso hacer sexo, se negó (a día de hoy no estoy seguro), la ofreció dinero, y cuando se negó dijo, cuida mucho a tu novio y si se entera alguien (la pidió el carné de identidad primero con un viejo truco), ya has visto y seguro que te ha contado tu parejita lo bien que vive.

Cuando regresé, no podía irme de cualquier forma, debía tener sangre fría y controlar todos los movimientos propios y ajenos, sensación mala, más si hay copas por medio y te niegas, y nunca te has negado, si hay un aviso de bajar a la cueva y te niegas, si te invitan a su finca y no vas, todas estas cosas marcan a la persona, y de que manera.

No podía estar ni un solo día más allí metido, el señor de 58 años me dijo que no aceptara la noche con la prostituta, porque no volvería a ver la luz. El sentía hacia mi envidia y rabia extraña, al final me ayudó, me dijo que pidiera la baja por dolores de espalda y que algún amigo mío enviara alguna carta, haciendo mención de que yo no iría nunca más a ese trabajo, y que si me pasara algo, por muy extraño que pareciera, había unas cuantas copias de los lugares que estuve y sus actividades y, claro, las calles no se pueden quitar, ni los pisos alquilados fraudulentamente, tampoco el casino, ni las fincas, menos los salones de juego para blanquear el dinero y que, en definitiva, había mas de 15 copias entre familias amigas. Luego yo tenía el móvil y el teléfono de la casa del hijo de DON?, y un buen amigo colombiano le advirtió que si me pasaba algo, sabía que tenía una hermana y dos hijos, dónde vivía y las actividades que realizaba.

De esta forma, yo diría que perdí a un amor, pero salvé la vida, me cambió mi forma de ser, entre otras cosas, era joven.

Todavía miro hacia atrás, la gente me lo dice muchas veces, me enfrenté a personas peligrosas, pero entendieron que quizás yo no mereciera la pena, y si un olvido, y como me dijo el señor que me ayudó de 58, con el tiempo, se pasó un tupido velo.

CONTINUO MIRANDO HACIA ATRAS AUN EN EL EXTRANJERO, NADIE SABE EL POR QUE, SOLO EL QUE HAYA LEIDO ESTO Y ME CONOZCA.